miércoles, 9 de noviembre de 2011

La leyenda de Kuchisake-onna (口裂け女)

Japón es un país de de contrastes, una tierra donde la tecnología y la modernidad van de la mano con la tradición y el orgulloso pasado de una nación que ha sabido levantarse una y otra vez de sus cenizas para renacer cada mañana como el mismo sol que ostenta en su bandera.

Entre las grandes tradiciones japonesas se encuentra su particular forma de ver a los fantasmas, los espíritus japoneses sin bien tienen ciertas similitudes con los occidentales tienen también diferencias marcadas por las viejas leyendas de la isla, como la que les contare a continuación, la leyenda de Kuchisake-onna.

Cuentan los más ancianos de cada pueblo que hace cientos de años existió en territorio japonés una mujer sumamente hermosa, que era concubina de un samurai, sin embargo la mujer no solo era bella, sino que además le gustaba jugar con los hombres y lucir ante ellos sus encantos, solo con el objetivo de hacerlos suyos y satisfacer su vanidad.

Pero el samurai que hasta entonces había sido hombre paciente con su amada decidió después de muchos engaños de esta que era hora de hacerla pagar, así que un día, hartó de todo la atacó con su espada cortándole la boca de oreja a oreja, mientras la mujer yacía en el suelo desangrándose el hombre se agacho y preguntó burlón “¿Quién te considerara bella ahora?”.

Hoy en día se dice que en las noches frías con niebla, una mujer de bellos ojos pero con la boca cubierta con un tapabocas ronda por las calles de Japón, buscando a niños y estudiantes a los cuales les pregunta “¿Te parezco bella?”, si la persona responde que si, ella se retira su mascara mostrando su deformado rostro, para preguntar “¿Y ahora? “ si la persona responde afirmativamente la Kuchisake-onna le seguirá y le abrirá la boca con una afilada guadaña.

Por el contrario si la persona le respondiese de manera negativa el espíritu monta en cólera y mata al desafortunado, según la leyenda, hay varias formas de escapar de este fantasma, le primera sería correr al verle, pero si esto falla puedes ofrecerle caramelos o frutas, más si lo que quieres es que la que corra sea ella debes gritar tres veces, “Pomada, pomada, pomada” pues este espíritu odia el olor a ese ungüento.

En Japón se ha entrado en pánico varias veces por este fantasma en tiempos remotos, pero incluso en los años 70`s del siglo pasado una serie desaparición de niños en ese país coincidió con numerosas personas que aseguraban haber visto a la fantasmagórica presencia, lo mismo ocurrió en Corea durante el 2004, prueba irrefutable de que estas leyendas están más vivas que nunca en el imaginario colectivo de los orientales.

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