miércoles, 28 de diciembre de 2011

Tercer Día de la Edición Especial: 10 doramas que deberías ver antes de morir.

Fufufufu! Ya puedo escuchar los gritos de las fanáticas del kpop y sus cabezas dándome la razón sobre que un dorama coreano imperdible es, sin lugar a duda, Full House. Un drama lleno de momentos imperdibles y altamente adictivo, es mejor ver un par de episodios cada dos o tres días y no de un tirón... ¡odiaría que sufrieran una sobredosis de Rain!


Han Ji-Eun (Song Hye Kyo) vive sola en la casa de su familia luego de la muerte de sus padres. Su "mejores amigos", Hee-jin y Dong-wook, desesperados por conseguir dinero para poder pagar sus deudas deciden enviar a Ji-Eun de vacaciones a China, con la excusa de que se ganó un premio. En el viaje conoce a un famoso actor, Lee Young Jae (Rain), y demás está decir que desde el primer momento se llevan mal. Por suerte, las vacaciones pasan rápido y sin inconvenientes... hasta que vuelve a casa y se da cuenta que sus queridos amigos no sólo le han robado todo su dinero sino que además han vendido la casa de la familia. ¿El comprador? Pero, por supuesto, ¡ni más ni menos que Lee Young Jae!
Así comienza una historia de amor que ha pasado a ser un clásico instantáneo.


Para ser completamente sincera, Full House es uno de esos doramas que son realmente excelentes porque uno logra conectarse con los personajes principales pero al mismo tiempo, y por esa misma razón, es igual de frustrante. Tengo recuerdos de estar llorando a moco tendido o gritándole a la pantalla de mi computadora debido a las actitudes de los protagonistas. ¡Por el amor de Dios! En todos mis años de ver doramas no creo haber sido testigo de una pareja que viva más en negación o al borde del masoquismo. Parece que les encanta sufrir por amo. Primero por dos idiotas y, luego, el uno por el otro.
Por supuesto, cuando las escenas románticas o graciosas llena, uno se siente igual de conectad@ al personaje que lo interpreta y creo que se debe en parte a la actuación y en parte a los escritores. Este es el punto fuerte de Full House, la terrible cantidad de sentimientos extremos que logra hacer fluir. Las personas aman o odian este dorama y siempre termina siendo por los mismos motivos.

Realmente no tengo mucho más para decir. Este es un dorama que hay que ver y sentir porque ninguna reseña, positiva o negativa, les va a poder transmitir la química entre los personajes, la historia bien escrita o la deliciosa frustración con la que van a tener que aprender a vivir mientras vean esta serie.

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